Perfil

Soy autodidacta, la escuela nunca fue suficiente para mí. Cuando era pequeño era considerado como un niño muy inteligente y creativo. Viví mis primeros años en la ciudad de México, y luego a la edad de once me fui a vivir cinco años a los Estados Unidos, donde estudié la secundaria. En el primer año gané un premio nacional de ciencias de la Academia Nacional de Méritos por un proyecto de paleontología, después de haber ganado primer lugar en la feria de ciencias del condado. Mientras que en la escuela nos enseñaban ciencia general, yo tenía mi propia estación meteorológica en mi casa y hacía predicciones muchas veces más acertadas que las de los canales de televisión. Estaba muy interesado en las ciencias terrestres y al mismo tiempo me convertí en un amante de la naturaleza. Aprendí a ser un experto montañista y esquiador downhill, en dos años subí 10 volcanes en los estados de Oregon y Washington. Fui muy influenciado por mi maestro de ciencias Robert Flo, que en lugar de darnos clases en el salón nos sacaba al jardín a trabajar en el cultivo de papas, a usar una lombricomposta y a reciclar.

Casi al final del colegio la vida me obligó a escapar de mi hogar y con ello del mundo moderno y la educación formal. Fue entonces que experimenté un despertar drástico de conciencia que me mostró la realidad del mundo y me abrió un camino vivencial que comenzó cuando un indígena Lakota, a través del gran espíritu, me inició en el mundo de la sanación, la espiritualidad originaria y el chamanismo. Desde entonces, a la edad de 16, seguí lo que llamo el camino rojo, que es el camino espiritual de los pueblos originarios del continente Abya Yala. Ha sido un productivo recorrido de 19 años (ahora tengo 35) y en ese caminar he tenido la oportunidad de formarme con diferentes sanadores, chamanes, sabios y comunidades indígenas. Mi viaje me ha permitido vivir en la mayoría de los ambientes naturales que existen en el continente, como bosques de pinos, playas, desiertos, montañas, bosques tropicales y bosques subhúmedos. He vivido en diferentes lugares dentro de ciudades, en la naturaleza y en comunidades indígenas en los Estados Unidos, México, Guatemala, Bolivia y Chile.

¿Qué soy? es una buena pregunta. Las terminologías que prefiero utilizar son las de Hach Winik, que en Maya Lacandon significa «hombre verdadero» y Pacha Jaq'i que en Aymara significa  «hombre del universo». Involucra dos conceptos, el de ser fiel y verdadero a sí mismo, a la tierra, y el de seguir el Khapac Ñan, el «Camino verdadero, camino recto», que es el camino espiritual de los pueblos originarios del continente. También involucra el concepto de ser un «hombre completo», aquel que es habilidoso en todas las artes, aprende de todo y se desarrolla bien en todo. Por ser práctico, para responder a la pregunta «¿Qué haces?» elijo decir que soy Artista. Cuando preguntan «¿de qué?» respondo «multifacético». Pero hay mucho más. Cuando vives en lo profundo del bosque tropical, como lo he hecho, requieres aprender a ser y hacer de todo: construir tu casa, cultivar tu comida, pescar, conocer el bosque, sanar enfermedades, ser guía, cocinar, ser cómico, aconsejar a tus seres queridos, conocer la biodiversidad, conocer el clima, saber arreglar y hacer herramientas, y mucho más. Otro concepto con el cual me identifico de igual manera es el del Tolteca, aquel que practica la toltecáyotl, que es el arte de enfrentar la realidad de una manera cultivada, sabia y constructiva. En Bolivia camino con el concepto de Amawt'a, que es ser sabio, instruido.

Esta carrera me ha permitido dominar muchas artes diferentes. Soy un experimentado orfebre, con maestría en muchas técnicas diferentes. Hago diferentes tipos de artes plásticas; soy escritor, músico especializado hoy día en guitarra brasileña, y estoy aprendiendo mi octavo idioma (español, inglés, francés, portugués, nawat, maya lacandón, aymara). He trabajado en turismo desde hace doce años, y me he enriquecido en muchas «artes occidentales» (unas más que otras) como: geografía, biología, meteorología, antropología, etnografía, sociología, computación, diseño gráfico, y otras disciplinas a las cuales me acerco desde una perspectiva de la racionalidad originaria, como son la psicología, filosofía y pedagogía. También he hecho estudios sobre astrología, tao, feng shui, reiki y otras artes esotéricas e informales.

Si alguna vez fui un «occidental», le he dado la vuelta a eso y lo sigo haciendo, me sigo descolonizando. Aunque me mantengo al tanto del pensamiento «científico» actual, lo encuentro muy limitado y diseccionado. Las ciencias y artes modernas u occidentales sólo complementan lo que encuentro es una forma más profunda de pensamiento y de vida. Por lo tanto ésta es la formación que más he buscado aprender y seguir.  Este camino me ha llevado por muchas diferentes iniciaciones, y me ha permitido integrarme a distintos «círculos de poder» y crear otros, estos últimos son jóvenes y están creciendo.

Me he formado integralmente en las artes guerreras toltecas, habiendo asistido a diferentes ceremonias, iniciaciones y talleres de toltequidad en diferentes lugares de México. He vivido en el desierto central mexicano y experimentado iniciaciones con los espíritus de Wirikuta con la guianza de dos de los últimos descendientes chichimecas. En el 2001 me uní al grupo de Danza de Conquista Azteca-Chichimeca de la Gran Tenochtitlan del General Ernesto Ortiz Ramírez, un grupo muy grande y de una herencia directa de los Aztecas. He vivido más de cinco años en las tierras Mayas, donde he aprendido sobre su forma de vivir y de percibir el universo, y he sido iniciado como un Aj qu'ij, un contador de los días del calendario sagrado maya (del verdadero calendario ancestral, no las versiones mayanistas de arguelles). Mis últimos años los he vivido en Bolivia, donde he podido compartir con la sabiduría Aymara, Kallawaya y Tacana de la amazonía.

En el 2010 tuve mi primera hija, Vida, lo que para la cosmovisión andina se considera como una importante iniciación. Ese mismo año me uní a la comunidad Candelaria Madidi Ecológico, y comencé a materializar mi proyecto de vida. Fui elegido como secretario de relaciones de la comunidad, lo que para la cosmovisión andina es la última de las iniciaciones de la vida: tener un cargo en la comunidad. Desde entonces, mi vida ha madurado de un estado de solo aprender, a un estado de enseñar y aprender. A partir de entonces comencé a organizar talleres relacionados a la sabiduría ancestral, y comencé a ayudar a otros a sanar y a encontrar un mejor camino. Seguí teniendo hijos, dos de carne y hueso, Aru y Tlanesi, y otros tantos «círculos de poder» que también se pueden llamar proyectos. Native Journey es uno de ellos. Te invito cordialmente, si lo encuentras en tu camino, a ser parte.



Mis círculos de poder «Proyectos»
  • Native Journey- Native Journey fue creado con la misión de empoderar a las comunidades indígenas originarias campesinas, su cultura y espiritualidad a través de una redefinición del turismo cultural responsable. Queremos que la espiritualidad y sabiduría de nuestros pueblos sea accesible a las personas de otros lugares y se convierta en una alternativa para su desarrollo espiritual y sanación.

    Native Journey ayuda a fortalecer a los grupos y comunidades indígenas involucrados ofreciéndoles un flujo de ecoturismo, etno-turismo, turismo místico y turismo de sanación que les provee alternativas económicas a otras actividades que requerirían destruir o reemplazar el medio ambiente y la herencia cultural. Native Journey busca fortalecer y revalorizar la cultura y espiritualidad originaria y darla a conocer al mundo como una alternativa para el desarrollo humano.



  • Muxuq Nina Fuego Nuevo-  Un proyecto espiritual y educativo que busca reunir y renovar las cosmovisiones y sabidurías de los diferentes pueblos y naciones originarias del continente Abya Yala. Es un proyecto para el reencendido del fuego ancestral, el fuego de la creación. Buscamos que a través de esta sabiduría, este fuego, se encienda la luz que guíe la germinación de la semilla de un nuevo mundo. Es el elemento central para crear un nuevo sistema de vida y educativo basado en la recopilación y renovación de las epistemologías ancestrales originarias. Es también la búsqueda de desenterrar las sabidurías perdidas de nuestros antepasadxs, ponerlas en práctica y encontrarlas (enfrentarlas) entre sí y entre las demás culturas.


  • Ecoaldea Paititi- La reserva Candelaria Madidi Ecológico protege 32,000 hectáreas del punto caliente más biodiverso de la amazonía y el mundo (Alto Madidi). Buscamos construir una Ecoaldea que a través del ecoturismo logre proteger este cuello de botella del corredor biológico y sea el motor que desencadene otros proyectos que buscan generar una comunidad autosustentable modelo, la cual sería el hogar que albergaría el fuego nuevo anteriormente descrito. Este proyecto responde también a profecías ancestrales que estipulan que el chakra kundalini principal de la tierra, anteriormente ubicado en el Tíbet, se ha trasladado a lo que hora es el centro de Sudamérica donde deben surgir dos nuevos centros iniciáticos, dos escuelas donde se pueda formar una nueva humanidad. La Ecoaldea Paititi sería el lugar que permitiría la gestación del «centro iniciático femenino», que estará en constante comunión con el centro iniciático masculino, ubicado en las cercanías del Lago Titicaca. 


  • Unión de Corazones del Águila y el Cóndor- Una interesante mutación y derivación de los proyectos anteriores y la bien conocida Profecía de la Unión del Águila y el Cóndor. En esencia buscamos juntar los que son los corazones culturales del Águila «Norte América y sus culturas» con el Cóndor «Sudamérica y sus culturas». Ambos continentes tienen centros, o corazones, culturales, energéticos y espirituales. El corazón masculino-águila sería la cultura Tolteca, con el centro energético Teotihuacán y el Valle de México. EL corazón femenino-cóndor sería la cultura Andina con el centro energético Tiwanaku y la región alrededor del Lago Titicaca. Estos corazones tienen a su vez sus dualidades masculino-femeninas. Para el águila sería lo maya-tolteca y para el Cóndor sería lo andino-amazónico. Esta reunión también es la reunión de lo masculino con lo femenino en todos los sentidos. El primer objetivo del proyecto es logar traer al grupo de Danza Azteca al cual pertenezco, que representaría el corazón cultural del águila, al corazón del cóndor, a efectuar danzas rituales en la región del Lago Titicaca. De esta manera, lo masculino insemina a lo femenino. Este proyecto ya está en marcha con la formación de un grupo de danza Azteca en la ciudad de La Paz.   


  • Dam Peoples Amazon-  El involucrarme con esta ONG con sede en Inglaterra surge a partir de la urgente necesidad de defender el Parque Nacional Madidi, lugar donde vengo trabajando desde hace años, de la inminente amenaza que es el planeado proyecto de represas hidroeléctricas Chepete y Bala, que afectarían 740 km2 de bosque primario dentro del Parque Nacional Madidi, desplazarían a 3,500 personas de cuatro naciones indígenas y afectarán otras 30,000 personas, además de tratarse del robo más grande en la historia de Bolivia. La idea es implementar proyectos que busquen evitar la construcción de estas represas y además fortalecer los territorios indígenas y sus culturas a través de actividades que fortalezcan su autodeterminación y su proceso de liberación epistemológica.

  • Yanantinkuy-  Aquello que nos oprime desde la raíz, es la represión y la enfermedad en la sexualidad. En la búsqueda de  la liberación de las personas y los pueblos, hay que llegar al fondo, y en el fondo está la sexualidad. Este es mi nuevo proyecto, donde busco fortalecer las parejas y las relaciones a través de terapias y consultas desde la cosmovisión indígena de la relacionalidad y complementariedad, el yanantinkuy. Siguiendo la tradición Mexica de la que soy parte y donde me corresponde la Tlazolteotl, la diosa del amor como principal guía, es que me inspiro a desenredar las complejidades en las relaciones amorosas del humano moderno y buscar ayudarle a través  de consultas, ayudando así a personas con problemas de sexualidad, o que buscan acercarse a una espiritualidad que les libere a través de la sexualidad.