Cuando hablamos del cambio de paradigma en la educación, la eliminación de los mitos históricos elaborados por élites de oscura influencia, tocamos el telar mismo de la existencia, el programa que genera la realidad.
La muerte misma es una idea preconcebida, el hecho de que tenemos que morir, o que se llega a la muerte a cierta edad, es parte de un programa que difícilmente se cuestiona, pero que es un programa sin duda alguna.
Si partimos de un nuevo paradigma donde la realidad del tiempo-espacio es producto de la conciencia que se tiene, entonces veremos que el cambiar esa consciencia puede cambiar en su totalidad la estructura del tiempo-espacio. En este punto nos topamos con otro paradigma, la realidad individual versus la realidad colectiva. De que manera interactúan cada una y se manifiesta, de que manera se conjugan para crear la realidad.
Cómo el adquirir cierta consciencia individual crea cambios físicos -o no los crea, podría ser el caso- en un individuo que aún interactúa aún con una red de consciencia colectiva que está programada para tener -otra consciencia- u otro programa en todo caso. Aquí nos topamos con la confrontación entre la consciencia de luz, plena, y los programas diseñados para adormecer, controlar, esta consciencia.
Es la labor de los nuevos educadores, de los nuevos psicólogos, sociólogos, antropólogos, filósofos, e ingenieros de humanidad -hombres completos- el investigar a fondo la consciencia y los programas sociales. Los expositores de la realidad en torno a la élite mundial, tendrán que ir mucho más allá y comenzar a crear los ambientes primero y después los caminos -físicos, mentales y espirituales- para llevarnos a una desprogramación holística que nos lleve a poder acercarnos a una consciencia plena, una consciencia de luz
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