El espíritu es grande, nada es coincidencia. Llega el momento en que el alma busca respuestas, cuando
realmente las desea, cuando realmente las necesita, llegan por si solas, las trae el viento, las trae el espíritu.
Mucho fue lo que aprendí antes de llegar a conocer al maestro del desierto, el peyote. Grande era mi respeto, muy grande. Tan grande que pasaron años antes de que me sintiera listo para conocerlo. Así debe de ser. El alma, el cuerpo, debe estar preparado, debe saber que ese es un gran momento en su vida, y no es algo que llega cualquier día, que se consigue por capricho del momento.
El espíritu fue claro cuando primero pregunté acerca del maestro del desierto, me hizo saber en voz de otras personas que no debía ir, que debía esperar. Pasaron los años y continuó mi aprendizaje, continuó el espíritu enseñándome intensivamente. Mi juventud era grande, mi avidez de aprender, mi intranquilidad. Sabía que no había mayor maestro que el maestro del desierto, y sabía que no estaría tranquilo hasta aprender de él. Pero aún así espere, dos, tres años, hasta que la necesidad fue mucha, y el momento habría llegado, todo estaba listo, y el espíritu lo manifestó.
De personas comenzaron a llegar, consejos, detalles, experiencias, todos encarnando la voz del espíritu, que me instruía, me decía, de qué manera debía viajar al desierto, de que manera debía presentarme al maestro del desierto. Como guerrero debía ser, como caminante del camino rojo. Nadie me invitó a una ceremonia, nadie me envió con algún guía encarnado. Desde mi interior sabía, y el espíritu me corroboraba, que debía ir solo, que debía realizar mi propio ritual, que la primera comunión con aquella divinidad debía ser pura, solo el y yo con lo que sabía, sin más ayuda, sin mas preparación, sin mayor parafernalia.
Si me hubieran invitado a comer la planta de peyote, algún hermano que la trajera, me hubiera negado. Si los wixáricas me hubieran invitado, me hubiera negado. Sabía que mi comunión, que mi ritual era más importante que lo realizara como a mí me naciera, como se manifestara allí en el desierto. No había otro lugar, no lo recibiría de las manos de nadie más que de las sagradas tierras de wirikuta. Allí a su lado, lo comería, allí me quedaría, sólo así aprendería.
Años después aprendí que esta manera en la que me acerqué a aprender del maestro del desierto es la manera teochichimeca, de los originarios del desierto, quienes allí han tenido la sagrada planta para consultar. Esa misma naturaleza desprovista de parafernalia ritual, es el espíritu mismo del divino chichimeca, del teochichimeca, que en cierto modo es el opuesto del tolteca, encarnado ahora por los wixáricas. Sin saberlo, éste espíritu teochichimeca que seguí, que me llevó a conocer al maestro del desierto de esta manera, me llevó a conocer también a dos de los últimos chichimecas guachichiles que quedan, y quienes me ofrecieron su mano para ayudarme y guiarme.
Viví varios meses en el desierto, y aprendí mucho de él y de mis amigos chichimecas. Uno de ellos ofreció estar conmigo, en mi ceremonia, ayudarme y cuidarme, pero fui fiel a mi llamado interno, a mi propio espíritu guerrero chichimeca que, me pedía hacerlo solo.
Hoy en día llega el llamado del espíritu de compartir esta ceremonia, de ofrecer la información de cómo pueden ustedes viajar por su cuenta al desierto y conocer al maestro del desierto, solos, sin ayuda externa, sin guías. Se trata de un método sencillo y poderoso, pero que no todos se sentirán listos para realizarlo. Me imagino esta información sirve para aquellos que están en un punto medio, entre tener mucha seguridad de conocer al maestro del desierto, y los que lo desean pero tienen mucha reserva en hacerlo. Para estos últimos, tal vez si sea lo mejor viajar en compañía de algún guía, o de participar en alguna ceremonia, siempre y cuando sea en el desierto. Para aquellos que les sobra confianza, ya habrán viajado al desierto y tal vez se reirán de que intente compartir esta información. Para los que están en el medio, para los que desean conocer al maestro del desierto, de una manera respetuosa, sagrada, en la que aprendan, y esperan el consejo, el mensaje, este sería entonces, esa es la intención de este escrito.
|
Wirikuta y la serranía de catorce |
1.El maestro es wirikuta, el desierto, no la planta en sí. Es posible llevar el espíritu de mezcalito a otros lugares. Pero para hacerlo no es fácil, hay que saber cómo. Así que la manera más sencilla de conocer al maestro mezcalito, es ir a visitarle al desierto, donde vive. Esto mismo aplica para otras plantas maestras como la ayahuaska. La planta facilita la conexión con el gran espíritu del lugar, así que el verdadero maestro es el lugar. El aprendizaje con el lugar comienza antes de realizar la ceremonia con la planta, y termina mucho después. Es recomendable pasar un largo tiempo en el lugar, de esa manera la experiencia será mucho más completa.
2.Preparación a largo tiempo. Del momento en que uno sabe que debe conocer al maestro del desierto, pueden y tal vez deben, pasar muchos años. La mente y el cuerpo se van preparando para conocer y aprender de un gran maestro. Esta preparación se realiza día a día, desde que se decide que se viajará al desierto, decisión que requiere de valor pues todos intuyen que entrar en un estado alterado de percepción y conocer a un maestro no es cosa fácil y de todos los días. La anticipación va creciendo, y así el poder que le otorgamos a la enseñanza una vez que la realizamos.
En las cosas prácticas se debe otorgar un espacio amplio de tiempo para viajar y quedarse en el desierto. Una semana como mínimo no recomendable, un mes como mínimo recomendable, varios meses muy recomendable. Para esto tal vez tengan que prepararse por años, esperar a una temporada de vacaciones, renunciar al trabajo, sea lo que tengan que hacer, otorgarle este espacio a este evento se les retribuirá con bendiciones y aprendizaje.
Comenzar a desintoxicar el cuerpo es recomendable. Buscar la purificación que todos sabemos es necesaria y normalmente acompaña naturalmente al ser cuando se está preparando para recibir un aprendizaje. Si antes de su viaje se encuentran derrochando energía, comiendo comida chatarra, visitando bares y antros, tomando, festejando, es un indicio de que el ser no se está preparando para el viaje. La naturaleza de cada quien es diferente. Para algunos los ayunos y el vegetarianismo es una regla previa para realizar ceremonias, pero no tiene que ser así para todos. Los metabolismos son distintos y la preparación puede variar. Lo importante es que suceda de manera natural, no forzada, que el cuerpo busque por si solo dejar los vicios, mejorar la alimentación, mejorar el ambiente físico y mental, hacer las paces con los que teníamos conflictos, meditar, hacer yoga, etc. Entonces sabemos que estamos preparados para realizar este viaje.
3. Donde llegar al desierto y cómo prepararse para la ceremonia. Deben viajar a estación catorce. Normalmente la mayoría de los transportes llegan a Matehuala, SLP. De ahí pueden tomar otro transporte que los lleve a estación catorce. Deben hacer de estación catorce su base y central. Existen modestos y económicos hoteles, o pueden alquilar un cuarto muy económico.
Esperando que se hayan dado el tiempo y los recursos para quedarse aquí lo primero es adaptarse, aclimatarse, conocer y caminar por el lugar. Si algún guerrero artesano me preguntara que hay que hacer aquí pues no mucho. Se pueden vender artesanías en el Real de Catorce, pero el desierto tiene esa naturaleza de escasez de recursos, así que es mejor venir con algo de recursos.
Mucho se cree que wirikuta está en el real de catorce. Ciertamente la serranía del catorce sobre la cual se encuentra el real de catorce son los templos y cerros sagrados a los cuales se puede subir para realizar ofrendas. El cerro del quemado es en sí la "cumbre" de wirikuta, y si pueden subir y realizar algún rezo y ofrenda es muy recomendable. Que todo sea a pie, hay mucho que aprender de caminar por el desierto.
Si vienen de otros lugares más húmedos, los labios se resecarán y tardarán en adaptarse al clima. Es recomendable usar siempre sombrero y camisas de manga larga para evitar sobre-exponerse al sol. Llevar huaraches como yo lo hice fue una dura lección con las espinas. En este lugar si se valen las botas, aunque siempre habremos los necios que ofrendamos sangre de los pies aferrándonos a usar huaraches (sandalias).
La serranía es sagrada, pero el lugar sagrado donde recomiendo realizar la ceremonia con el maestro, y donde se encuentra el mismo, es en la planicie, hacia el poniente de estación catorce. Existen muchos lugares donde a veces van las personas como las margaritas y el tecolote. Cuando estén listos para ir, sólo tienen que caminar hacia el poniente, por largo tiempo, hasta que ubiquen su lugar, hasta que encuentren la planta. El ojo tarda en descubrirla, y se dice que esto sucede solo cuando se esta preparado.
En mi experiencia no fue necesario ingerir el maestro del desierto para entrar en un estado alterno de conciencia. La anticipación juntada con la cantidad de energía lumínica almacenada en el lugar y reflejada por sus minerales hacían el solo hecho de llegar y estar ahí un viaje. Les recomiendo que así sea para ustedes, que pasen un largo tiempo en estación catorce, que caminen a distintos lugares, antes de realizar la ceremonia.
En cuanto a la preparación alimentaria, no tendrán muchas opciones en estación catorce. Las frutas y verduras son escasas. No ingerir carne el día anterior, y si se desea ayunar, es recomendable. Evitar comer cosas con muchas toxinas, comida chatarra, alimentos industriales. Otra recomendación y regla de oro es no tener relaciones sexuales algunos días antes y después de la ceremonia, y muy en especial durante. Mágicamente de hecho la oportunidad y tentación se puede presentar. Los maestros indígenas que me han preparado para este tipo de ceremonias han recalcado en esto, en no tener relaciones sexuales antes, durante y después, y considero es una de las reglas que más se deben de respetar. En un segundo viaje que realicé al desierto con la que era mi pareja en ese entonces, el cumplir esta regla, me costó la relación, pero por lo menos no me costó el perder el respeto, el espíritu, el nagual.
|
Caminantes por wirikuta |
4. Qué llevar para la ceremonia. En su caminata en búsqueda de los hikuritos pasarán muchas horas. Quieren ir preparados para caminar y para el sol. Lo más esencial e infaltable es el agua. Todo lo demás puede faltar. Recomendable es llevar un saco de dormir y ropa abrigadora para pasar la noche. Encendedor para encender el fuego, una navaja que esperemos no tengan que usar, y comida.
5.Cómo realizar la ceremonia, qué hacer, qué esperar. Seguramente hay mucha más información de las que les pueda dar y que les puede llegar, pero bueno esta es la que tengo y que les puedo dar, y que a mi me sirvió. Una vez ubicados los sagrados hikuritos, elegimos el lugar donde nos quedaremos, y donde acamparemos. En el desierto las tiendas de acampar son casi innecesarias. Únicamente un buen saco de dormir, y ropa abrigadora será necesario. Ubicamos un lugar donde hacer un fuego que no afecte ninguna planta o que vaya a propagar un incendio. Hacer un círculo de piedras es buena idea. Caminamos en los alrededores juntando leña. Intentamos que sea suficiente para que la leña dure toda la noche.
Una vez tengamos la leña, el círculo de piedras hecho, les recomiendo preparen el lugar donde van a dormir, si es que llegan a dormir, o acostarse, lo que posiblemente no pase. Les recomiendo tracen con un palo un octágono alrededor ya sea del fuego y de donde estarán ustedes, o del lugar donde dormirán. Esto servirá para evitar que los invadan energías negativas, y con esto se sentirán más que protegidos. A veces esta protección puede ser contraproducente, evitando que se presenten espíritus que quieren enseñarles. En este caso pueden trazar un octágono que esté fuera del círculo de fuego al cual pueden entrar en caso sientan la necesidad. El sólo hecho de saber que tienen ese espacio protegido les servirá y podrán así pasar la noche al lado del fuego.
|
¿Los ven? Los hikuris se esconden bajo las gobernadoras |
Antes de caer el sol deben buscar y elegir los hikuris que han de comer. Estos crecen normalmente en familias, o grupos, bajo las plantas de gobernadora. Si están viajando solos y es la primera vez que realizan esta actividad, elijan una cabeza de hikuri que esté sola, y que sea de gran tamaño. Si están acompañados, elijan una familia. Si eligen la familia, no corten todas las cabezas, solo las que van a ingerir. Si es la segunda vez, o son personas de alto peso corporal, pueden elegir más de una cabeza. No tomen lo que les digo al pie de la letra. En el lugar pueden surgir ideas que difieren, y es importante que sigan su corazón.
Para cortar los hikuris, utilicen una piedra, no metal, o cuchillos. Busquen y elijan una piedra que sea filosa y utilícenla para cortar la cabeza. Corten uno o dos centímetros por debajo del nivel del suelo. No arranquen la cabeza, de preferencia. Una vez cortada o cortadas las cabezas, eviten que toquen el suelo. Pónganlas en una tela, o en su camisa, o en su mano. Siéntense donde realizarán la ceremonia. Coloquen los hikuris sobre una piedra, encima de su tela, siempre evitando que toquen el piso. Entonces pueden continuar con encender el fuego. Una vez encendido, y entrada la noche, pueden proceder con comer los hikuris.
Allí sentados con los hikuris frente a ustedes y el fuego encendido, pueden proceder a realizar un rezo, una invocación. Sigan su corazón y su tradición. Expresen sus sentimientos. Hablen con los hikuris, los escucharán, y hablen con el fuego que también los escuchará. Saluden a los cuatro puntos cardinales. Demuestren su respeto, su intención de aprender. Escuchen, sean pacientes.
Terminado el rezo, pueden continuar con comer los hikuris. La parte de la raíz tiene una corteza delgada que pueden quitar. Pueden después cortarlos en gajos con las manos, siguiendo sus secciones naturales, e ingerirlos con agua. De preferencia mastíquenlos. El sabor es muy amargo y fuerte, pero es útil que parte de la absorción de las sustancias sea por la boca y la garganta. Tengan paciencia. Pueden continuar el rezo mientras mastican. Sean fuertes, el sabor puede ser repulsivo, depende del estado de mente que se traiga. Si se está abierto, a pesar de su sabor, la ingesta puede ser muy fácil.
En algunos casos, algunas personas no sienten ningún efecto la primera vez que consumen el hikuri. No se preocupen, esto quiere decir que el cuerpo lo ha absorbido y utilizado. Pueden repetir la ceremonia después. Si realizan la ceremonia así como les indico, con absoluto respeto, paciencia y siendo que realmente se les ha llamado a aprender, estarán en manos del espíritu y no les sucederá nada malo.
Si habiendo ingerido el hikuri desean vomitar, háganlo, no sucede nada malo, ni quiere decir que no hará efecto. Es una señal de que el cuerpo se está desintoxicando. No piensen que es el hikuri el que les causa el vómito, o que les hace daño, piensen que les está ayudando a tirar todo lo malo, a purgarse.
Efectos positivos. Lo mejor que se puede esperar es que se presente el espíritu de mezcalito. En tal caso, este mismo tomará la forma física que menos les cause impresión a ustedes. Vendrá y les enseñará lo que están listos para aprender.
Si no llegan a conocer ningún ser, o espíritu, de igual manera el hikuri, con sus 48 alcaloides servirá para activar su cerebro, cuerpo, glándulas, y más. El maestro del desierto se le llama también el espejo del desierto, porque puede ayudarles a conocerse como realmente son. Les ayudará a despertar su conciencia, a estar más alertas. El efecto durará toda la noche y los mantendrá despiertos hasta el amanecer. Hagan lo que les nazca. No se sientan mal si sienten el deseo de desnudarse y correr desnudos por el desierto, o de cantar, o de gritar. No están locos, el maestro les está ayudando a manifestarse y a liberarse.
Efectos negativos. Si la persona en realidad, en el fondo busca drogarse, escapar, experimentar sensaciones corporales, y realmente no ha manifestado un interés por el aprendizaje espiritual, divino, una búsqueda no dogmática de la verdad, anterior a la ingesta, entonces la experiencia puede resultar contraproducente. Si la persona viene de un pasado con muchos traumas, conflictos, daños psicológicos y está usando el hikuri para escapar o distraerse, en lugar de enfrentarse y cambiar, entonces también puede haber malos efectos. Si la persona viene intoxicada con otras sustancias, drogas, alcohol, y/o le falta el respeto al hikuri, igualmente puede sufrir las consecuencias negativas.
En los últimos años ha sucedido un cambio radical en la esencia del maestro del desierto. Se sabía que antes, cualquier persona que lo consumiera y que lo hiciera sin respeto o que no estuviera preparado, era enseñado la realidad, era regañado. El regaño servía para corregir a la persona y mostrarle el camino correcto. Esto quiere decir que no importa lo que hicieras, el maestro te enseñaba, por las buenas o por las malas.
En la actualidad esto ya no sucede así. Por que será, no sé, pero el maestro del desierto ya no es igual. Hoy en día existen muchas personas que lo consumen y no aprenden nada. El espíritu del maestro ha decidido dejar de enseñar por las malas, a aquellos que no están preparados o faltan al respeto. Esto quiere decir que la planta en lugar de mostrarles la fantasía y mentira en la que viven, se las agranda más y los mete más en ella. Esto es sumamente peligroso, porque si el maestro del desierto no puede mostrarte cual es la mentira y cual es la verdad, entones nada podrá, tal vez nunca más.
Existen entonces muchas personas que consumen peyote. Creen que están en la verdad. Creen que son sabios. Viven la fantasía que se han elaborado, y cada vez que lo consumen se la creen más. Me ha tocado ver amigos míos que les sucede esto, y que han caído en manicomios. Tristemente el maestro ha dejado de enseñarles a aquellos que van por mal camino. Están advertidos
Advertencia, aclaración. Esta información la comparto para intentar guiar a aquellas personas que tienen la intención pura, sana y respetuosa de seguir el camino rojo y conocer los maestros de la tierra. Justamente es un intento de advertir los efectos que puede tener el no hacerlo de manera respetuosa.
Les advierto que otra de las grandes faltas al respeto son aquellos que viajan al desierto y se llevan costales de la planta medicinal. Este hecho ha creado la situación de que la cactácea comience a escasear y esté pasando a estar en peligro de extinción.
Les comparto que en mis quince años de seguir el camino rojo, únicamente dos veces he viajado al desierto para consultar al maestro. No ha sido necesario más. Los tiempos han cambiado, la humanidad y la conciencia ha evolucionado, y hay mucho trabajo que hacer que no requiere de consultar estos maestros. Cuando se sigue el espíritu la situación se presenta, no se busca.
Para algunas personas que ya tienen muy despierta la conciencia, llegar a consultar estos maestros puede ser contraproducente. Existen guías espirituales que realizan su trabajo sin acudir en ningún momento a estas plantas, lo que puede ser una ventaja. Acudir a esta planta frecuentemente puede ser negativo.
Aclaro por lo tanto que no es mi intención atraer la atención sobre la planta para que más personas la consuman. Al contrario, espero que esto sirva para disuadir a muchos que se inquietan por conocerlo, y que realmente no practican una vida de respeto y de conciencia. Espero que sirva como guía para aquellos que sí buscan aprender, sí buscan cambiar, enfrentarse, despertar y que no saben de que manera acercarse a este maestro, que de haberlos elegido, les enseñará.
ante todo recuerden:
EL MAESTRO LLEGA SOLO