Cuando alguna vez visité al último abuelo sabio maya Lacandón de Nahá, Chan Kin Joven, me comentó de Ak Yah Tóh, una divinidad que me decía -"Todos los demás mexicanos creen en Ak Yah Tóh. Yo soy el único que aún cree en Hach A Kyum, el verdadero creador"
-"y ¿quien es Ak Yah Toh?" le pregunté. Pausando para pensar largo rato, no encontraba cómo traducirlo. -"el dios de las máquinas" me contestó.
Muchos se tomarán ésto a la ligera, pero yo no. El abuelo maya tiene razón. Ya nadie cree en el verdadero creador, y todos son adoradores del dios de las máquinas. El verdadero creador, para los Mayas, y para mí, es la naturaleza. Es lo que adoro y lo que busco. Es mi medio, mi sustento y mi destino. Lo más elevado espiritual, está en la naturaleza. Pero ya nadie cree en ella.