Devoción - Las enseñanzas de la Tlazolteotl



No la hacemos consciente, la tenemos prohibida. Dormida, pisoteada, negada, olvidada y desvalorada, es la devoción. Ser devoto es malo, contrario a ser libre, nos dice la jeringa que nos domina, aquella que es devota de nuestra energía, aquella pantalla resplandeciente que nos quita el sueño con imágenes, ilusiones y nos va entregando la programación, las instrucciones que copiamos con la parte trasera de nuestro cerebro y tatuamos en nuestra piel.