Vivimos rompiendo los espejos de las falsas dicotomías y del dualismo enfermo, nos demos cuenta o no. Oposiciones que no son se enfrentan para dividirnos, la división es la estrategia del enemigo y el enemigo no podemos ver, no podemos identificar, porque está entre nosotros, somos nosotros.
Ante la división impuesta y evidente, buscamos la tolerancia, la inclusión. No discrimines al otro por pensar diferente, unámonos todos, no nos permitamos ser divididos. Parecen pensamientos positivos y sabios pero no lo son. Estamos, en realidad, en un tiempo donde no hay nada más necesario, sabio y urgente que la división y la separación. No podemos seguir agitando el frasco de agua y aceite. Necesitamos dejar que se asiente y que se evapore el agua, y quede lo que es real, es sano y es trascendente.