una curación inesperada.
Todo con el amor
de una voluntad desapegada.
¿Qué hay que hacer?
es la cuestión,
ya sabes qué
sin desesperación.
No creías en la magia,
porque no la conocías.
No sabías que es amor,
porque tú no la bebías;
pero ahora te han regalado,
de lo que tú nunca has probado,
la verdad más grande
y su prueba desesperante.
De qué hay que hacer? me preguntaste,
de tu voluntad, te enteraste.
Es la realidad por un momento,
como un más iluso cuento.
¿Qué creías? ¿Qué sabias?
lo que te habías logrado.
acaso antes no veías
este momento muy esperado.
Yo soy otro tú.
No hay comentarios :
Publicar un comentario
Hola Hermana, Hermano, tus comentarios son bienvenidos