No se equivoquen, no es un humano, es un animal, un mono capuchino para ser más precisos. Y es que no se trata siempre de humanos, ni son los humanos los que siempre hacen todo, no señor, los animalitos también hacen de lo suyo, son muy astutos y poderosos, místicos diría yo.
Y es que si lo vemos desde la mística, una muy real, pues fue Ciruelo, el mono capuchino, el alfa de la senda que efectivamente lo comenzó todo. Según me cuentan, él fue el primer animalito silvestre en llegar a La Senda Verde, un lugar en los yungas en donde en aquel entonces Vicky y Marcelo construían su hogar, su granja y su proyecto de turismo.