El Llamado de la Madre Tierra a los Guerreros Mexicas

Poderoso ha sido tu despertar, oh Guerrero Mexica. Recuperando la bandera y la identidad de una nación que sufrió la semilla de la aniquilación. En el centro estás, del continente, del universo, y alrededor del fuego central de la creación te reúnes. Tollantecas, herederos, de las ancestrales artes y saberes, de las semillas de la humanidad, de los saberes y poderes de la creación, de las formas y caminos del ánima y la mente, guardianes del gran Anáhuac, semillas pumas y Águilas voladoras videntes que en todo el territorio pueden existir.

En la cabeza del águila duermen, son ustedes, la mente maestra, el alma de sus vecinos des-identificados del norte. Sí, son ustedes los americanos, los herederos del poder de todo el continente tortuga. Son ustedes el corazón, el recaudo, la conformidad, la integridad, la pluriculturalidad, el mole y la punta de lanza de todo lo que en el norte y en el sur se gestó. 

Nuestro cuerpo es grande, curvo, esbelto y con cintura, musculoso y poderoso; variado, diverso; es nuestra tierra, nuestro continente rodeado de agua. Nuestra mente sabe, que en nuestro cuerpo se depositó, se crearon e instalaron las tecnologías y energías que permiten el equilibrio natural en la tierra. En nuestros pueblos dejaron el legado de cómo acceder a ello y su rol como fuego central fue custodiar la integración y el florecimiento de dichos legados.

Su identificación y su práctica cultural no es suficiente. Tienen que escarbar más profundo. No se adornen con la mexicanidad y la toltequidad, accedan realmente, aprendan a leer, a escuchar, a sentir el llamado del fuego central de la creación. Aprendan a priorizar. Éste llamado nos está diciendo: es momento de hacer resurgir el Anáhuac, nuestra civilización, el futuro de la humanidad está aquí, y está en sus manos.

Fácil es reírse con las máscaras de la urbanidad, de la civilización dominada. Fácil es portar ambos rostros. Danzar y considerarse Mexica y a su vez buscar trabajo y ser esclavo de los dominadores que nos aniquilaron. Creer sólo en su narrativa y visión de futuro, creer que hay que integrar ése mundo y que es el único horizonte posible. Ésa es la más grande mentira, y viviéndola no están siguiendo el llamado, peor tantito, están usando nuestras herencias como adornos y medicinas paliativas para su enfermo devenir.

Viéndolo así, con los pies en la tierra y no en el asfalto, hay muy pocos Mexicas, muy pocos Toltecas. Son todos sólo títeres enmascarados, usuarios de la cultura y la medicina ancestral que no cumplen función mas que de perpetuar la tiranía, la perdición y la enfermedad. En la ciudad la mente pragmática está anclada en el cosmos creado por los seres inorgánicos, donde no vemos salida, no vemos solución, no somos creadores. Como danzantes que regresamos a trabajar a la ciudad nos inflamos del ego de la humildad, haciéndonos chiquitos, conformándonos con cumplir la obligación, con portar el fuego, con ofrendar a la Madre Tierra, mientras compartimos con la sociedad que se auto-aniquila y nuestra salud y plenitud cae a pedazos.

Déjenme compartir con ustedes el llamado de la tierra, del corazón de la Madre Tierra, que es, el bosque más grande y biodiverso del mundo, el bosque amazónico. Sí, les pertenece, sí, son de ahí; no, no hay fronteras imposibles, no, no hay un océano extenso entre ustedes y ése bosque, pueden llegar hasta caminando. Ése bosque tiene la solución y el llamado que para sus mentes pragmáticas y dominadas es imposible de ver.

Permítanse sanar de sus egos heridos por leer y comprender esto. A nadie le interesa culparlos, nadie se burla de ustedes, no estamos en la primaria. Permítanse madurar y entender y gozar del hecho de que la Madre Tierra les está hablando, les está comunicando a través de éstas letras. Su identidad, su caminar, su danzar y su portar el fuego no ha sido en vano. Les ha permitido llegar hasta aquí. Les ha permitido seguir vivos. A quienes por muy dormidos que estén, atienden el sonar del caracol, lo hacen por algo, están invitados a entrar.

La primera manifestación es la más importante, es el símbolo madre, y la Madre Tierra es ésta primera manifestación. Todo lo que está vivo, incluyendo los planetas, la tierra, el tiempo, los seres vivos, los animales y ustedes mismos. Vivimos en un tiempo donde la primera manifestación se ha adoctrinado a dejar de ser la Madre Tierra y ser la "sociedad", que se ha convertido en auto-anulante, donde se busca activamente negar, dominar y subordinar a la biología. El orden dinero se actualiza a cerrar más su celdas energéticas y obligarte a la anulación para poder seguir usándolo.

El llamado del caracol va más allá de la danza, las semillas y las flores que usamos y ofrendamos, no pueden venir más de la violación de la misma tierra a la que le ofrendamos y danzamos. El sistema-dinero es la violación, es sencillo. Para la verdad y la justicia la lógica es sencilla y no rebuscada. No hay matices, son pocos los colores. Hay limpio y hay sucio, y el sistema-dinero-para-vivir se ha tornado lo más sucio e insalubre posible.

Adonde irán o sobrevivirán quienes entregaron la fe de su vida en el sistema satánico del vivir-a-través-de-nuestra-moneda no es nuestra responsabilidad. Nuestra responsabilidad es sobre nosotros, y la diferencia entre la inteligencia y la intelectualidad programada será escuchar éstas palabras o no. No escribo esto por placer o por adornarme más, lo canalizo directo de la fuente madre que continúa en su evolución cada vez más capaz de llegar a ti y decirte, ven, hay un camino que recién comienza después de la danza.

Ése camino es el del regreso a la Madre Tierra. Regresar en plenitud, es posible, si no lo pueden imaginar es porque no pueden ver más allá de su sesgo de disponibilidad; no quiere decir que no exista. Sí ha una vía, sí hay una forma. No, no la conocen, se las vengo a presentar. La Madre Tierra ha depositado en mi camino un camino para ustedes, me ha puesto encargado de invitarles, al menos por el momento.

Estas palabras son ése llamado sagrado que en sagrado escrito dejo. Que lo sigan es el propósito, que me escuchen y que se unan a éste llamado es mi más grande legado que la Madre Tierra me ha dado para compartir con ustedes. Mi más grande tesoro serán los Guerreros y Guerreras que me acompañen al corazón de la Madre Tierra, que se unan al círculo y sigan el llamado. Lo único que tendré serán ustedes y ustedes a alguien y algo, y eso es más que seguir aquí y no tener a nadie ni a nada, mientras todos están y lo tenemos todo.

El llamado pide semillas del norte del continente, del cual son ustedes, el recaudo, y los formados para ir y crear los campos de sabiduría del sur. Su verdadera madre les espera, su verdadero hogar, donde podrán ser libres, ser quienes son y vivir el retorno a la continuidad de la vida. El llamado Madre anuncia el regreso del retorno al Anáhuac, y la libertad y necesidad de hacer los caminos está ahí, pero el llamado Hijo es éste llamado, el del centro de la vida, el de la tribu que se reúne para viajar al rincón Madre del jardín de la tierra.

Imagínenlo o no, existe la posibilidad, de que ustedes se unan a un círculo de hermandad, en donde las formas Mexicas son bienvenidas y donde podremos con ellas sembrar los pasos en la posibilidad real de ir a vivir como tribu en libertad, autonomía y plenitud en un lugar en la Amazonía que además es el más especial, y que incluso dentro de las leyes del hombre y de la nación dominante está destinado a dicho propósito. 

Quienes entienden y siguen el llamado Madre y no del Hijo que es éste, vivirán ahorrando dinero para en un futuro lejano comprar tierras para poder intentar la soberanía. Como ha sido el ejemplo, las parcelas, la parcialización y la contaminación del vecindario urbanizado terminará por mantener todo como sigue, con medida y delimitada trascendencia.

El regalo de la riqueza y la libertad tiene el costo de cargar responsablemente con él. Comienza entendiendo y comprometiéndose al llamado, haciéndolo realidad. Sí hay mucho más que saber y sepan que es real, que la oferta está, y que para poder entrar no se pide dinero. No está a la venta, no tiene precio, el costo es mayor a cualquiera que se podría pagar. 

El costo de la entrega a la liberación parece ser mayor que el de la vida en comodidad, pero no es así. El precio de no imaginar y co-crear la escapatoria es impagable, es la erradicación de toda individualidad y convertirse en solamente una cabeza de rebaño, con sabor a Mexica pero rebaño igual. Atrapados en falsas liberaciones de género y sociales y si no en tumores emocionales y algo-dependencias caerán y gozarán la esclavitud mientras su alama continúa por el camino de la esterilización del cuerpo (y de los cuerpos).

Ustedes están más cerca, de donde se puede escuchar el caracol. No es para todos, y son pocos los que llegarán al llamado. A mi Madrecita Tierra, sus montañas, sus ánimas benditas y sus centros de energía y altares máximos yo le pido que haya alguien. El momento es ahora, el círculo se cierra en Febrero y la danza comienza en Marzo.

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