Ser Sanador y no Terapeuta - El Futuro de la Salud


No soy terapeuta, nunca lo quise ser, y menos ahora. La terapia es maravillosa, yo mismo he ido, a los imanes, a las agujas, a los masajes. Me hacen sentir bien, me ayudan a quitar el dolor, me acompañan, me alivian, pero no me sanan.

Estoy sano, podría decir, podrías decir, aunque me engaño y te engañas si lo creemos del todo. ¿Qué es estar sano? ¡nos hemos olvidado de la plenitud!

El mundo no está sano, y no podemos estar sanos con él. Por eso hay tantos terapeutas, por eso hay tantos doctores, porque vivimos el paradigma del mal, de la enfermedad, necesitamos alivio y los terapeutas y médicos necesitan trabajo. Es un círculo vicioso que nos cuesta tanto ver, donde el pivote central que une todo es el dinero.

Un sanador en cambio tiene que abrir una dimensión de regreso al mundo de la plenitud y la consciencia. Tiene que sembrar los granos, hacer el pan, construir la casa, encontrar y restaurar la tierra, ofrecer el alimento y ofrecer la vida, porque ya no hay vida, nos han quitado la vida. 

Los humanos deshumanizados urbanos modernos no conocen la consciencia humana, el ser, la vida, la naturaleza, no saben que regresando ahí, recuperando el cuerpo de energía, recuperando el horizonte de la vida, el buen vivir y limpiando el mal de la tierra es la única forma de estar plenos, por tanto felices y entonces sanos.

Viven engañados con las sombras espirituales de los guías y gurús bestsellers, con la ciencia del gobierno, enganchados a su eterno proceso, atrapados en vidas rodeados y bombardeados por armas biológicas, genéticas, electromagnéticas, químicas y simbólicas; donde es imposible esquivar todos los venenos y más imposible aún vivir la plenitud, donde inevitablemente por más guerrero que se sea surgirán los achaques, los desequilibrios y por lo tanto serán necesarios los terapeutas.

El sanador debe abrir una dimensión cuántica y enfrentar al ser con su realidad, y hoy en día ésa realidad es abrumadora y el acto de ser sanador se ha hecho prácticamente imposible. Es más fácil permitir que sigan su curso al matadero. La muerte, el suicidio, el escape, el autoengaño y la negación, es más viable hoy en día que la auténtica sanación.

Ser sanador es ser salvador, y salvar a los demás está vetado. Tienen que vivir su proceso dicen los gurús, no se puede influir en su libre albedrío. Sin embargo, ante una masa crítica que cae al precipicio y que se lleva a todos con ella, sí es necesario levantarse como sanador y enfrentar el proceso e influir en el libre albedrío de los que caen.

No podemos permitir seguir así, no podemos permitir un mundo tan oscuro, no puedo permitir que tú sigas tu proceso de terapia de camino al suicidio y que evites la sanación. Porque ya son tantos así que son los que hacen que el mundo sea así, son los responsables. No se puede estar sano junto alguien tan enfermo, o me enfermo, o te sano, elijo lo segundo.

En nuestros maestros ancestrales siempre existió el ejemplo de ser sanador y no terapeuta. El sanador corregía el mal, por medios mágicos, en un corto instante o proceso, no eterno. Hoy en día esa magia ya no existe, porque no puede existir en ésta matrix del mal. Lo siento, sus fantasías de ciencia ficción, sus ilusiones de progreso, de comodidad, de abundancia, de que se resolverá sin su participación; todo es ilusión, todo es inmadurez, hay que despertar al espíritu del tiempo, a la realidad que estamos viviendo y hacernos responsables, cabrón.

El futuro de la salud

Los terapeutas y las terapias son necesarias, deben seguir existiendo y se estarán reproduciendo exponencialmente así como lo harán las nuevas enfermedades y las nuevas patologías diseñadas socialmente. Lo que necesitamos es quienes puedan ver más allá de su círculo inmediato y su futuro inmediato, más allá de su tendencia, su formación, de la proyección de la sociedad y en general de toda la malla ilusoria en la que están más o menos inmersos.

Necesitamos seres humanos que regresen a ser humanos, que hayan evitado y eviten las trampas deshumanizantes y las programaciones mentales sociales hegemónicas y que entiendan el contexto histórico en el que estamos viviendo, la esclavitud y la dominación absoluta. El vehículo principal de esta dominación es el intercambio de bienes y servicios a través de la moneda fiduciaria, el dinero, y los vehículos secundarios pero no menos importantes son los medios, la mafia de desinformación y el ejército (ejercicio) de la violencia: el gobierno.

El futuro ya es el presente, la putrefacción total de toda la sociedad, de todo lo humano, de todo lo natural, de todo lo sagrado; la esclavitud disfrazada, la psicosis normalizada y la eugenesia social, la reducción de la población. El futuro de la salud es la enfermedad, más enfermedad, más descomposición. No es un fenómeno natural, es el efecto de nuestra negación a ver en qué mundo estamos viviendo, en qué situación estamos viviendo y como somos los únicos responsables de salir de allí.

Ahí es donde surge el sanador y muere el terapeuta. Ya no tiene sentido aliviar a alguien, hacerle una terapia para que procese los traumas, cuando vivimos en un mundo que produce traumas a diestra y siniestra, donde es imposible vivir sin estar sumido en la pobreza, la carencia, la soledad, la falta de amor, la falta de alimentos sanos, de ambientes sanos, de felicidad, etc. Es incongruente, es psicótico, es al extremo temporal e intrascendente, inmediatista; es un acto válido únicamente como acto de supervivencia, pero que no resuelve nada, que no nos lleva a un estado de salud.

Los sanadores cuánticos serán los guías quienes nos lleven a vivir de regreso a la naturaleza y lejos y desenchufados de la red de des-información y de las cadenas del dinero. No los encontrarán fácilmente pues no los hay, y no se adornan con las cadenas de oro y los anillos de muerte que han aprendido a identificar como signos de liderazgo social. No son lideres, famosos y ricos, todo lo contrario, son humildes, solos y son silenciosos. Saben escuchar antes que hablar y esperan a que tú tomes la iniciativa de despertar del mundo enfermo, ellos te pueden guiar y tendrás que apoyarles para poder hacerlo, mas no te pueden obligar a salir de ahí. 

Existen solamente dos posibilidades de futuro y tú puedes elegir, el de seguir aquí y dejarte llevar por quienes tienen poder sobre de ti y seguirán, aunque creas que lo evitas, programando tu mente y dominando tu cuerpo; o liberarte del presente y hacer surgir el futuro de una humanidad liberada, la era dorada está en tus manos, de nadie más. 





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