Tlazolteotl Huasteca |
Las enseñanzas de tlazolteotl se hallan en la parte más pura e intacta del corazón. Aquellos en que aún permanezca un trozo de esta inocencia, complementándolo con la conexión con los ancestros y ancestras del Abya Yala, podrán sentir que no es novedad. Mi conexión con la ancestralidad Tolteca me permite una relación peculiar con la tlazolteotl, ella es, la diosa del amor, del perdón, los partos, la sexualidad y el temazcal, y en mi astrología tolteca, la diosa que camina conmigo. Es por eso que me permito transmitir lo que espero sea una útil guía para la reconexión con la esencia de la tlazolteotl, la esencia del amor.
El mundo moderno se construye sobre el alejamiento de todo aquello que es humano y natural. Alejarnos de nuestra consciencia de concebir, de gestar y de nacer es para él importante para generar seres fácilmente manipulables que sostengan y fortalezcan el sistema de dominación. Una narrativa cientificista y médica se elabora, ejerce y mediatiza para confundirnos y hacernos perder el conocimiento ancestral y la naturalidad sana y sabia intrínseca de lo que un verdadero ser humano es. Este privilegio nos es arrancado desde la concepción, haciéndonos carecer las sutilezas y la mística que es tan importante manifestar durante el acto sexual reproductivo, primordial para el desarrollo de un ser completo, sensible, perceptivo y sano.
Las fases siguientes de gestación y embarazo, son también bombardeadas con ideas y prácticas insensibles y prejudiciales de parte del sádico y genocida sistema moderno. El olvido creativo reproductivo inducido por el sistema culmina en el parto, paso primordial de transición a la vida, donde el amor y la naturalidad son secuestrados y en su lugar se insemina y se da inicio a una existencia violenta e injusta. Y más allá nos quitan el privilegio de nacer, porque ante la mínima complicación durante el parto, los doctores modernos optarán por persuadir a la madre (por cualquier vía posible) a que se realice una in-ne-cesaria; sustrayéndole así el derecho al nuevo ser a nacer y el de su madre de dar a luz. Pero comencemos por el muy importante acto de la concepción, tan olvidado e ignorado.
¿Cómo se explicará la ciencia médica ante los testimonios el hecho de que los padres (varones) llegan a sentir antojos, dolores y sensaciones equivalentes y sincrónicas a la mujer durante el embarazo? Sin existir una conexión física, ¿será únicamente un fenómeno psicológico que no tiene relación física alguna con el hijo en gestación? Como seres vivos debemos enfrentar la realidad de que no existe información por parte del mundo moderno para guiarnos en los momentos más importantes de la existencia (la religión heterodoxa tampoco nos es útil para encaminar el proceso reproductivo sanamente). Existen sutilezas desapercibidas que ocurren durante el acto sexual reproductivo que en su conjunto influyen en la formación del nuevo ser. Podemos estar conscientes de estas sutilezas y favorecer la creación de un ser más inteligente, sano y benevolente. ¿Qué más quisieras? lo puedes manifestar tú, cuando concibas a una hija o un hijo. En efecto, en el género se puede influir, esto es, elegir –"hay secretos"- dirían muchos abuelos y abuelas. La observación del cosmos, la posición de los astros y la astrología son otros ingredientes más que podemos incluir en la planeación de una velada reproductiva.
Así que por una parte, podemos enriquecer el momento de la concepción de algún futuro hijo o hija. Pero es posible también, como bien sucede, que llegue un hija o hija de manera no planificada, ¿qué sucede entonces? Para el caso de la siguiente reflexión nos vemos obligados a dividir en dos las maneras principales en que llegan los nuevos seres humanos a este mundo. Aquellos que deseamos, buscamos y hasta planeamos para su llegada, recurriendo a distintos métodos de planificación familiar, y aquellos que llegan inesperadamente, de manera no planificada y hasta no deseada.
LOS SERES QUE LLEGAN POR ENCIMA DE NUESTRA VOLUNTAD
Los embarazos no deseados son manifestaciones de la fertilidad y del amor. Muchas veces un hijo o hija no deseado/a llega en contra de las probabilidades y las posibilidades. Cuando esto ocurre, es posible que se manifieste una actitud de rechazo hacia el recién concebido. Debemos permitir que este rechazo se manifieste, aceptarlo y buscar la manera de perdonar nuestra persona por haber reaccionado así. De esta manera vamos haciendo el esfuerzo por soltar este rechazo y permitir que crezca en nosotros el amor por la nueva criatura. Nos ayudara el pensar y crear (creer) que la voluntad de este ser y del mundo por encontrarse es más fuerte que la voluntad (la voluntad es mutua, la del ser por venir al mundo y la del mundo de que venga este ser) de uno de que no exista (no venga al mundo); en otras palabras, tiene una misión.
Elegir dar fin a una vida en gestación puede ser visto como no aconsejable desde la generalización que significa la presente reflexión escrita, pero los casos particulares no pueden ser juzgados desde esta misma generalización. En la ancestralidad muchos elementos favorecen a la vida, y cuando la muerte –el aborto- es elegido, es recomendable tratarlo también desde la ancestralidad, para procesarlo y contrarrestar la negatividad que puede producir. Pero el debate por el momento es por la vida, y dejaremos el análisis del aborto desde la filosofía ancestral de la tlazolteotl para otro momento.
Así que, en el caso de elegir dar vida a un embarazo no deseado, es importante saber que continuar con una actitud de rechazo hacia la nueva criatura puede causarle los primeros daños (traumas) que le perjudicarán en su desarrollo posterior. Esta consciencia nos debe impulsar al intento de superar el sentimiento de no querer traer un ser al mundo, y para hacerlo debemos comprenderlo y respetarlo (permitir que se manifieste). No será de ayuda el hecho de que la sociedad nos dirá que es una irresponsabilidad traer un ser al mundo cuando no se desea, cuando no se está preparado, o porque ya somos demasiados. Esta actitud de la sociedad alimentará naturalmente el ya existente rechazo al recién concebido. Habiendo elegido el camino de la vida es importante contrarrestar y enfrentar esta energía que se puede manifestar de manera endógena y exógena, entendiendo que la voluntad, la conciencia y la inteligencia de un ser en llegada, es superior o infinitamente más pura a la conciencia de uno (la cual está parcialmente adormecida por la sociedad). Muy posiblemente se trate de un ser que está destinado a venir en ese preciso momento. Hay que considerar también la visión de que es él o ella el o la que ha elegido a sus padres y su momento de llegada.
Superada la reacción inicial, puede permanecer un tipo de fastidio de tener que cargar y mantener a un ser más, que se llega a manifestar en el trato que se le da a la criatura antes y después de nacer. Es importante permitir que se manifieste para poder después sanarla. Superar el fastidio de cargar con un ser indeseado es posible aceptando el reto que este ser nos pone la vida, lo más valioso que se puede aprender: el amor incondicional.
LA CONCEPCIÓN PLANIFICADA
Si nos encontramos ante la ocasión de planificar la concepción de algún hijo o hija, tendremos frente a nosotros la oportunidad de hacerlo de una manera que resulte una bendición y un enriquecimiento para aquel ser que desea nacer. La narrativa moderna en torno a la planificación familiar y la concepción se limita al tema de la fertilidad, o la falta de esta. En un ambiente natural no es en realidad la fertilidad un tema, es natural que los seres sean fértiles. Son las ciudades, su alimentación y su forma de vida estresante y tóxica las que generan casos de infertilidad.
El otro aspecto que puede influir en la infertilidad es la edad. Producto de la misma sociedad esclavizante es que, por un lado, se deteriora mucho más rápido el cuerpo físico y por ende la fertilidad. Por otro lado los embarazos planificados se realizan a edades cada vez mayores, especialmente en los países y lugares más occidentalizados y globalizados. Mantener a un hijo en su nivel de vida les exige estar económicamente más establecidos, lo que es cada vez más difícil en el sistema de la esclavitud, y por lo tanto se logra a una mayor edad. La otra razón es el querer disfrutar de la vida sin hijos y de la juventud, lo que es comprensible, pero es sin duda un producto también del sistema occidental megalómano, en el que cada vez se valoran más los deseos y placeres personales por encima del orden sagrado y natural.
DE LA SABIDURIA ANCESTRAL ANDINA: EL AYNI Y LOS HIJOS.
El ayni es el sentido de la complementariedad y la reciprocidad, sobre la cual se basa gran parte de la cosmovisión andina. Es aplicable a todos los aspectos de la vida, sea física, filosófica o espiritual. En el tema de los hijos, la vida propia, el haber nacido, el recibir la vida, el alimento, y todo lo que es necesario para ser un humano independiente, se considera una deuda contraída, la cual se paga cuando uno tiene sus propios hijos. En el mundo andino no se puede ser un hombre completo hasta que se está casado, se tiene hijos y se forma parte de una comunidad. Tener hijos biológicos no es la única manera de pagar la deuda contraída, se puede adoptar también. Una persona que no tiene hijos por ende se sentirá incompleta y vacía. Su proceso espiritual como ser humano estará estancado.
Hay que saber que la fertilidad, la energía y la juventud, mengua conforme se adquiere edad. La experiencia, madurez y solidez económica no debe ser valorada por encima de la juventud y la pasión sexual. Los hijos nacidos de padres jóvenes heredan esta juventud, y normalmente se desarrollan como seres más inteligentes y capaces. Los hijos de padres mayores, aunque gozan de la estabilidad y tal vez no sufran tanto de incidentes violentos por causa de la impaciencia de un padre joven, tendrán constituciones físicas más débiles, y serán más dependientes.
Los abuelos nos hablan de varias cosas que no se consideran comúnmente en la planificación familiar. La más importante es ciertamente la concepción, cómo y cuándo se realiza. Si usted está con planes de tener hijos, estos son algunos consejos ancestrales inspirados en la sabiduría de la tlazolteotl que le pueden servir.
La fase lunar.
Naturalmente los seres vivos nos vemos influenciados por las fases lunares. Alrededor de la luna llena es cuando la libido está más exaltada y más nos inclinamos a tener relaciones sexuales. Les voy a contar de don Lauro, un abuelo indígena de Oaxaca, que conocí en una comunidad en Chiapas. Don Lauro gustaba de caminar y acompañar a los grupos de jóvenes que realizaban ceremonias y danzas indígenas. A mí me tocó conocerlo en una peregrinación que realizaban danzantes aztecas desde la ciudad de México hacia Ixcateopan de la sal, en Guerrero, en veneración a la muerte del último gobernante azteca, Cuauhtémoc. Poco tiempo después lo topé en esta comunidad en Chiapas, donde se realizaba ese año el consejo de visiones.
Don lauro tenía un peculiar gusto por acercarse a las personas y decirles cómo sería su suerte, que tan inteligente y capaces eran. -“Tú naciste en buena luna”- me dijo la primera vez que lo conocí. –“vas a tener mucha suerte, te va a ir muy bien”-.
Mi madre estaba en una muy ocasional visita en la comunidad y le tocó ser diagnosticada por don Lauro –“usted no nació en buena luna”-. La reacción de mi madre, confusa, un poco molesta, sin entender por qué estaba molesta, reflejó el diagnóstico. –“Que me quiere decir”- preguntó mi madre. –“a usted le va a costar entender las cosas”- le respondió. El diagnóstico fue preciso, mi madre no se esmeró en entender lo que le decía don Lauro y tomarlo constructivamente. Simplemente lo desechó como lo hace con tantas cosas.
Para don Lauro, la fase en que se encuentra la Luna durante la concepción determina en gran parte el resultado de la vida de un individuo. Mientras más cercano se esté a la luna llena, más favorable será el destino de una persona.
La energía sexual es sumamente importante en la creación de un nuevo ser humano. Mientras más energía sexual haya durante la concepción, más sexualidad tendrá el ser concebido, y como resultado tendrá más creatividad, inteligencia y prosperidad espiritual.
Ser concebido con mucha luz de luna, o en una luz de luna creciente, determinará cuanta luz lunar tenemos. La luz de luna nos ilumina espiritualmente. Nos da sobretodo sensibilidad, desde donde se desarrolla el talento, la creatividad, la inteligencia espiritual y tantas otras cosas esenciales para ser un ser humano completo. Otro tipo de luz es la luz solar. La luz solar nos otorga carisma, sociabilidad, liderazgo y riqueza material. La sociedad moderna valora por demás la energía y luz solar, por encima de la luz lunar, y con más razón es importante retomar el equilibrio espiritual y físico a través del acercamiento a la sabiduría lunar. La astrología puede por una parte arrojar información sobre cuanta luz ya sea solar o lunar tenemos. Pero algo que se omite por muchos astrólogos, y que nos lo recuerda don Lauro, es la importancia que tiene el estado de la fase lunar, la luz lunar disponible, para la concepción de nuevos seres humanos.
El calendario sagrado chol qu'ij, el ciclo de gestación perfecto.
Nuevamente el sistema médico moderno nos impone una medida porpia de duración del embarazo diferente a la que según la ancestralidad, en este caso maya y tolteca, debe ser lo óptimo y natural. Según los médicos, un embarazo debe durar 9 meses, o 280 días exactos. Para el mundo ancestral, esa medida de tiempo es diferente, es de 260 días. Muchos estarán ya familiarizados con distintas versiones del calendario sagrado de los mayas y toltecas, conocido como Chol Qu'ij, Tzolkin, o Tonalpohualli, un ciclo de 260 días en donde se entrelazan 20 signos y 13 números.
Sucede que, además de todos los demás usos que tiene este calendario (en sus diferentes versiones y aplicaciones) resulta ser la medida exacta que debe durar la gestación de un bebé. En este calendario, cada día se compone de un signo conformado por un signo de entre los 20 signos y un número de entre 13 números, lo que genera 260 combinaciones o signos diferentes. Esto quiere decir que el día que uno concibe, si se gesta en esta cantidad exacta de 260 días, será el mismo día, el mismo signo ese bebe concebido nace. De esta manera podemos elegir qué signo queremos que sea nuestro hijo o hija, y concebirlo/a en ese día y esperar a que nazca en el tiempo exacto de los 260 días.
La energía sexual durante la concepción.
Hemos hablado brevemente acerca de la influencia de la energía sexual y del acto de procreación en la concepción de un nuevo ser humano. En este acto ejercen influencia absolutamente todos los pensamientos, sentimientos, movimientos, aromas, sonidos –influencias tanto internas de cada procreador, como externas, del ambiente local y universal– en la cual es concebido un nuevo ser humano. Muchas veces el amor dirige una sinfonía, que en armonía con el ambiente, el lugar, el momento, relata una historia perfecta sobre la concepción de un nuevo ser. Muchas veces esta historia perfecta y natural que surge del amor, de la cual un ser increíble nacería, es interrumpida, por los pensamientos y situaciones modernas con ruido a planificación familiar. Otras veces, cuando se desea y se busca tener hijos, las situaciones en las cuales se desarrolla el acto sexual se vuelven monótonas y hasta aburridas.
Si se va a planificar, es importante permitir que la improvisación, la espontaneidad y la creatividad se manifiesten durante el acto sexual. Tener en cuenta la posición de los astros, la luna, es importante, aunque no lo debe ser por encima de la naturalidad con la que se desarrolla el acto. Es decir, se puede estar esperando a la luna llena, pero la situación puede surgir antes, en ese caso es mejor dejarse fluir por ella, que detenerla sólo por esperar a la luna.
Por momentos en los libros de Carlos Castaneda, que enseñan legados toltecas, don Juan hace mención de cómo nosotros heredamos la sexualidad de nuestros padres, según cómo ha sido el momento en que fuimos concebidos. “Su pito solo le sirve para orinar, nació de una cogida aburrida” le comenta don Juan a Castaneda, hablando de una persona de sexualidad limitada debido a que sus padres lo habían concebido durante una relación sexual monótona y aburrida. Los nawales utilizan, acumulan, la energía sexual para realizar sus ensueños y acechamientos. Una persona con poca energía sexual tendrá que resignarse de tener relaciones, si es que desea seguir la práctica nagualica tolteca, ya que tendrá que utilizar y acumular toda su escasa energía sexual para lograr los ejercicios mencionados.
Es increíble pensar que de un acto que dura tan poco tiempo, pueda depender tanto nuestra composición energética. Tener esto en cuenta puede hacer una trascendental diferencia en la creación de un nuevo ser humano.
CONOCERSE A SÍ MISMO SABIENDO CÓMO SE FUE CONCEBIDO/A
Podemos descubrir mucho acerca de nosotros mismos si investigamos como fue que nuestros padres nos concibieron. Es recomendable insistirles si es que ellos no quieren entrar a detalles, ya que la información que puedan obtener de ellos servirá mucho para conocer como es la energía con la que fueron creados/as. La personalidad amorosa, sentimental y emocional de cada persona, no solo durante el acto sexual sino en sus relaciones afectivas en general, guarda una curiosa relación con los sentimientos que tenían los padres en el momento de concebirlo/a.
Existen personas que han sido concebidas por actos sexuales que podrían considerarse poco favorables, ya sea por la monotonía, o por actos de violación o presencia de malas energías durante la concepción. Estas personas verán esta energía reflejada en su propia composición sentimental-amorosa-sexual. Es importante saber que todo evoluciona, crece, y la naturaleza tiene una extraordinaria capacidad de convertir lo podrido en fértil abono. En los casos de nacer de una relación en donde hubo violencia, sería erróneo pensar que se está condenado a ser violento durante las relaciones. Algunas veces esto puede ser contrario y la persona puede ser demasiada tímida y miedosa a la hora de relacionarse. Pero frente a cualquier situación, la naturaleza encuentra el curso para hacer lo máximo posible. Si la duda y la prueba surgen, es importante ayudarle mental y anímicamente, sabiendo que el amor todo lo puede y que nada es definitivo.
LOS QUE NO CONCIBIERON
En el hombre es una gran carencia espiritual, no haber dejado su semilla; en la mujer es una gran carencia física, que le acarrea muchas veces problemas de salud en su sistema reproductivo. Una relación consciente con esta situación puede sanarlo todo.
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