La expropiación de energía vital no sería exitosa si estuviéramos plenamente conscientes de la empresa y su modus operandi; si no hubiera un mecanismo para hacernos ver hacia otra dirección y no identificar qué sucede y de qué se trata, de alguna forma reaccionaríamos y veríamos la forma de evitar ser expropiados.
Pocas personas perciben la realidad como es, un flujo de energía de la conciencia que al pasar por ciertas dimensiones se condensa y crea el universo material y dentro de él, el planeta y la biología. La geometría sagrada, el simbolismo, la palabra y la mente son dimensiones del universo o pluriverso para la cual se nos ha adormecido la capacidad de percibir. ¿Cómo llegamos aquí? me pregunto.
Parece ser que en el pasado remoto existieron civilizaciones muy avanzadas que produjeron iluminación, amor y plenitud y junto con ello, capacidades para superar las limitantes físicas. Las almas que ahí nacían (encarnaban) lo hacían casi iluminadas, ya que la civilización creó un sistema para facilitar la iluminación.
Pronto la gran mente se dio cuenta de que necesitaba reinventarse y equilibrar aquello que había producido. Terminó aquella civilización y comenzó una nueva era, en donde no nos sería tan fácil alcanzar la iluminación, para con ello producir experiencia y fortalecer el intento.
Los sobrevivientes de esas civilizaciones intentaron resguardar el conocimiento para poder con él guiarnos hacia la iluminación y trascendencia, y éstos resguardos fueron las últimas civilizaciones de las que tenemos registro, como la tolteca en éste continente y la egipcia en el continente africano.
A pesar del resguardo, el plan, o el conocido como "experimento lucifer" se llevaría a cabo. Se les permitiría la entrada a demonios a ésta tierra y a nuestra energía humana para obstaculizar nuestro despertar y así generar más perspectivas y nuevas experiencias, más fortaleza y más consciencia.
Las fuerzas luciferianas se fueron instituyendo en la tierra a través de los hombres corruptos que fueron creando las instituciones corruptas. Desde el imperio romano y a través del vaticano se inició la conquista satánica del planeta tierra y todos sus habitantes.
Nos fueron conquistando desde arriba hacia abajo, mostrándonos una versión corrupta de lo que es el espíritu, lo que es dios, usando a dios y su palabra para imponer la muerte, la enfermedad, el sufrimiento y el saqueo. Se fueron eliminando las manifestaciones diversas de lo divino para imponer las homogéneas, neutras y estériles.
Se utilizaron los símbolos y los lenguajes para lanzar sobre nosotros los embrujos y condenas, para que permitiésemos la entrada de su energía a la nuestra, para convencernos y atraernos hacia ellos. Las instituciones satánicas evolucionaron y se multiplicaron, invadieron todo lo que pudieron, todas las organizaciones y todas las instituciones que ahora existen.
Con la revolución industrial, surgió una nueva fase con la que la energía oscura pudiera seguir creciendo. Comenzar a arrasar los bosques y la vida, extirpar el conocimiento y la sabiduría y reemplazar con el entretenimiento y el consumo de la comodidad.
Conforme evolucionaron las ciencias y las tecnologías, también lo hizo el culto satánico, usando las instituciones científicas y tecnológicas para avanzar su inquisición y extracción de vida. A éstas alturas es algo evidente y en tu cara. Nos lo dicen abiertamente y a la vez nos dicen otra cosa, una mentira, que es la que debemos pensar, de ésa manera subconscientemente lo aceptamos y admiramos y conscientemente pensamos y acatamos lo que ellos quieren.
No voy a ahondar en detalles. Saben perfectamente que todo el sistema financiero, militar, mediático y tecnológico está en manos de des-humanos satánicos adictos al adenocromo, a la sangre de niños torturados. No es una teoría, está literalmente en sus caras, lo están respirando, el plástico, los conservadores, lo comen, respiran y lo escuchan en todos lados, la mentira, a su vez de que se ríen en sus caras, pues es la verdad.
2020 fue el año que ahora, dicen los abuelos mayas, es la verdadera fecha en que se terminó la cuenta larga, el gran cambio de era. Fue en 2020 donde comenzó la operación 'covid' que no es más que la operación organizada y centralizada, que busca terminar de apropiarse de todo aquello que no había logrado apropiarse, incluyendo nuestros cuerpos, nuestra genética, y cada aspecto de nuestras vidas.
Es la conquista que viene de abajo, desde las dimensiones de abajo, la búsqueda de conquistar el adn, la biología y toda la vida en su totalidad. Son las sustancias, las nanotecnologías y las tecnologías de radiación que inundan cada vez más el planeta con el que buscan terminar de apoderarse de todo, de sumirlo todo en su oscura fantasía.
No es más que eso, una fantasía, pues la oscuridad es eso, un contraste que nos permite ver la luz. Necesitamos éste contraste para dar un brinco definitivo. Dar un brinco significa despertar, despertar significa reaccionar, hacer un cambio drástico, un salto gigante hacia el cambio radical de vida. No es una transición, no es algo que nos permitirá seguir cómodos. No podremos seguir cómodos, van por todo, por tu cuerpo, por tu alma y por tu vida entera.
Para que esto funcione debe haber un culto, una creencia, masiva e impositiva. Es un culto cientista donde se practica la esquizofrenia a cada instante. Sanitizar algo es literalmente satanizarlo, es lo que todos tienen que hacer, es la razón de repetir hasta el cansancio las 'medidas' que no tienen nada que ver con la ciencia.
Nos dicen que es la ciencia, y no pensamos, ni investigamos, ni entendemos nada. La razón de éste escrito es hacer ver que no se trata de limpiar algo, de que exista un peligro o una prevención, es un culto, es fortalecer y cultivar un culto, un culto satánico, y cada vez que por cualquiera que sea la razón, cooperas con él, aunque sea por caerle bien a tus amigos, aunque sea por poder continuar con tu negocio con tu forma de vida, estás fortaleciendo y suscribiéndote a ése culto satánico.
No podemos ver más allá de la 4 dimensión. Estamos ciegos a una visión materialista, y curiosamente ni siquiera ésta la vemos y entendemos. No percibimos ni la realidad biológica y material, vivimos secuestrados en nuestras mentes que están programadas por los medios y academias. Aquellos que creían estar libres de gran parte de la expropiación y programación, hoy en día cayeron a ésta nueva conquista, a éste nuevo avance del satanismo.
Inevitablemente nos llevará a dar un salto, a dar un cambio. Seguir sentado implicará cada vez más enfermedad, más locura, y pisotear su alma más en el satanismo. ¿Cómo pueden soportar vivir en un mundo completamente satanizado?
No hay otro mundo a donde ir. Estoy de acuerdo. Tenemos que crearlo. Crearlo significa dejar todo atrás, y pocos están dispuestos a hacer esto. Estamos obligados a vivir el desapego para evolucionar. Ahora sí es obligatorio. O saltas al mundo de luz, o te quedas a arder en el cada vez más ardiente purgatorio del presente. Si eliges lo segundo, no te preocupes, te programarán para creer que estás bien y estás cómodo.
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