2020 El año que la separación se hizo crónica.

La cúpula dirigida por satánicos ya lo tenía planeado, sincronizado, y muy pero muy avanzado. Ya vivíamos sumidos en la separación y expropiación absoluta, pero aguantábamos. Tanto aguantábamos que resistíamos, y a pesar de que no existía conciencia plena, surgíamos y surgían las pluralidades que afrontaban la homogeneidad que busca(ba) centralizarlo todo. Hoy éstas pluralidades están dando sus últimos respiros, hemos caído, más que en el engaño, en el control mental, y se nos ha dicho que debemos morir o sobrevivir, pero que la vida (en plenitud) no es posible.

Hace muchos años éste absoluto devastador centralizado no tenía suficiente y siguió depredando de la vida desconsideradamente.

Lo hizo hasta el punto de llegar a una realización, que de tanto explotar al ganado, iba a matarlo, iba a acabar con él. Ahí es donde se dio cuenta de que su existencia tendría que llegar a su fin, el experimento lucifer no tiene otra conclusión que la de despertar a todos a través de la oscuridad, la crisis, el error y el sufrimiento.

La gran mancha oscura, la élite global, el club satánico que extirpa de todo lo posible todo lo posible existe gracias a uno de los cuatro elementos o manifestaciones que es el de la experimentación. La experimentación se alimenta de la experiencia aprendida incluyendo la del error, el dolor y el sufrimiento y es por eso que se permite su existencia y es gracias a su existencia que se manifiesta el libre albedrío.

Sin embargo la experimentación debe estar equilibrada con las otras tres manifestaciones de la cuadruplicidad, y las otras fuerzas equilibrarán el mundo hacia su nueva vibración. Hasta que eso suceda, viviremos el aislamiento pleno, la abstracción en la dimensión de la cognición ausente, el bloqueo e interrupción de las siete dimensiones y siete chakras de nuestro ser. Comeremos, escucharemos, tomaremos y veremos puras mentiras, y de nuestra boca sólo saldrá sometimiento.

No podremos comunicarnos, viviremos en nuestras burbujas digitales y de interpretación personal e individualista de la realidad. Respiraremos, comeremos de y haremos el amor con y el plástico y dependeremos de las drogas y las toxinas para soportar el dolor de la existencia en tal decadente realidad.

No tendremos a quién acudir, puesto que todos estarán muy cansados, ocupados, deprimidos o enfermos. Afuera siempre estará la solución, y podremos sumarnos siempre a ella. Mas no veremos cómo alcanzarla, nuestras propias mentes y emociones no nos permitirán encontrar la salida, aunque esté enfrente.

Esa solución aquí está hermanos y hermanas, no es sólo leer esto, es entenderlo y entender que la convocatoria está para estrechar el brazo, recuperar la voz y buscar el contacto con quienes buscan también escapar de la prisión y pueden ver el cómo. La solución no está solamente en cómo vivimos y de las elecciones que tomamos, es mucho más complejo y requiere darse cuenta que debemos dejarlo atrás todo para buscar a alguien más, alguien con quién salir del individualismo y encontrar la comunidad.

Alcancemos un solo corazón, una sola mente y un solo cuerpo para lograr la masa crítica.