Bestia


Gran parte de la tierra somos nosotros, las bestias. Sí, la madre masa viva, la piel de nuestra madre, es la tierra, el hummus, el humano, humilde, con humor, húmedo, hundido en su profundidad.

Somos los animales, todos juntos, y las plantas, la masa de nuestra madre viva; inseparables, imprescindibles, colaborando todos para el bienestar del todo.

Salvo que, ésa vida, ése mundo, el de la vida, se le ha robado hoy a la mayoría de los seres humanos. Se les ha secuestrado e internado en celdas —ciudades de destrucción y opresión —que les filtran y extraen de la posibilidad de percibir y por lo tanto de vivir en esa realidad.

Es el enajenamiento totalitario parte ya del cableado standard de nuestra profunda psique; que de dejarse así no conduce mas que a la degeneración. Escapar de la cárcel del sistema implica no solo regresar al bosque, a la aldea de vida, sino regresar a la bestia, internarse en la reconexión con nuestro ser profundo, animal, real, intenso, poderoso. 

Imposible hacerlo sin quitarse los ropajes de la educación hipócrita, la pose, el clasismo, la burguesía; las modas y nuevas programaciones que no son más que un refrito de la extensa y profunda represión sexual que nos aleja de nuestro ser vivo, que vive intensamente, que goza la vida y sus placeres, que vive en el paraíso, la tierra sin mal.

Somos bestias y nos negamos ser tal, y al hacerlo nos juzgamos mental y energéticamente, nos negamos, creamos un falso YO que se cree superior a eso, y así nace la moral.

La moral se practica sin cuestionarla, es como la madre de las leyes que, a través de la fuerza, el castigo, la imposición y la opresión, es impuesta y se sigue sin realmente entenderla.

Un nuevo tipo de bestia nace, que cree que ser bestia es ser menos inteligente. El intelectual va, inventa, construye y detona una bomba nuclear para destruirse a si mismo y a los suyos; busca probar su superioridad a la materia y lo hace a través del rechazo, la alienación de la naturaleza, la distancia psicológica; el vicio de la máquina le abstrae de la realidad. Desconoce a la naturaleza y desconose SU naturaleza humana, aquella que no puede vivir bajo las leyes de la supuesta e impuesta moral.

La bestia original y reprimida busca intensamente salir de la crisis, del cansancio, del hastío, del estrés, del dolor, de la enfermedad, del olvido, de la negación, del bloqueo, del miedo, y encontrar la luz del poder vivo animal de si mismo, la inteligencia de la vida que irradia y puede ser sintonizada cuando decidimos atender nuestro ser interior, liberar nuestro animal, seguir nuestros deseos, escapar de lo que nos oprime y buscar re-organizar la vida y a si mismo desde un nuevo comienzo donde no se exlcuye nada ni nadie, donde uno, en su consciencia sana y corazón contento, por fin es incluído; un mundo donde sí quiere vivir, un ser que sí quiere ser.

Reencontrar ése ser es el mejor camino para ti, y es tuyo, sólo tú lo puedes recorrer, sólo tú sabes por donde. El círculo de medicina nos integra para conocoer cómo se ha recorrido ese camino y para unirse a aquella nueva comunidad que debe nacer para que ese camino pueda continuar siendo recorrido.




No hay comentarios :

Publicar un comentario

Hola Hermana, Hermano, tus comentarios son bienvenidos